"Las nuevas tecnologías se están utilizando no sólo de forma útil, sino también transformadora"

Silvia Torralba / Redacción
19 April 2007

Aprovechar las nuevas tecnologías de la información y la comunicación para apoyar proyectos de desarrollo. Ese es el objetivo que llevó a Viola Krebs a crear hace más de siete años la organización ICVoluntarios. La entidad empezó colaborando en tareas de comunicación y traducción en jornadas y conferencias sobre temas sociales y humanitarios y, con el tiempo, ha ampliado sus proyectos y ha creado una red de cibervoluntarios con más de 7.000 personas de todo el mundo.

En una visita a Barcelona para apoyar a la sede local de ICVoluntarios, Viola Krebs ha conversado con Canal Solidario sobre la importancia del voluntariado en los países del sur, la brecha digital y la relación cada vez mayor de las ONG con las nuevas tecnologías.

ICVoluntarios cuenta con miles de voluntarios virtuales en todo el mundo. ¿De qué manera se gestiona esa cantidad de personas y de tantos países diferentes?
El objetivo de nuestra organización es ofrecer oportunidades para los voluntarios y las comunidades locales, que todo el mundo gane. En estos momentos tenemos más de 7.000 voluntarios y cada día recibimos un promedio de diez peticiones para colaborar. El año pasado, por ejemplo, 1.800 personas se interesaron para ser voluntarias.
Muchas de estas personas colaboran en actividades puntuales, como en conferencias o encuentros de tres semanas o dos días, para los que reciben formación, trabajan coordinados y luego son evaluados. Además, tenemos voluntariado a largo plazo, con misiones específicas sobre el terreno en varios países, e intentando también promover la cooperación sur-sur. Se trata de romper el modelo tradicional y muchas veces paternalista de la cooperación, en el que el norte transfiere competencias y su saber al sur.

¿De qué manera?
Tenemos muchas personas del contexto universitario que viven en países del sur y que participan en proyectos de búsqueda científica y creando núcleos en sus propias universidades. Un ejemplo de voluntariado sur-norte es la colaboración con el centro de estudios de lucha contra la malaria del Instituto Suizo Tropical.
Este centro utiliza un modelo muy complejo para hacer sus investigaciones y se encontró con el problema que sus ordenadores no tenían la capacidad de hacer todos sus cálculos. Para ello implicamos a voluntarios de todo el mundo, con ordenador en casa o en el trabajo, que conectado a un mismo sistema dotan a los ordenadores del Instituto de la capacidad que necesitan. La originalidad fue también integrar en el equipo no sólo a científicos del norte sino académicos voluntarios del sur que han participado activamente en la construcción del proyecto.
Un ejemplo de cooperación sur-sur es un proyecto que apoyamos en Uganda, en el parque nacional Bwindi, que acoge gorilas en peligro de extinción. El objetivo es capacitar a la entidad local que gestiona el parque en sus comunicaciones; para ello voluntarios virtuales que viven en la otra punta del país trabajan para dar las herramientas necesarias. Los voluntarios dan información y consejos técnicos para mejorar la comunicación con los socios y la población, y también para gestionar su sitio web.

¿Crees que se puede hablar de voluntariado virtual en países del sur cuando mucha gente no tiene acceso a Internet, a ordenadores y muchas veces ni siquiera a electricidad?
Por supuesto que si no hay electricidad no hay Internet, y cuando lo hay entramos en el tema de la brecha digital y lo que eso significa. Datos de hace unos años decían que sólo el 19% de la población mundial tiene acceso a las nuevas tecnologías.
En 2003, además, ICVoluntarios hizo un documental sobre brecha digital en Senegal y Malí. Era una investigación sobre el terreno y vimos que en realidad es más una problemática entre comunidades urbanas y rurales. En una ciudad como Dakar hay más cibercafés que en Barcelona porque la gente no tiene ordenadores en su casa y todo el mundo va al cibercafé, y la gente joven es ávida de información. Ahora, el para qué utilizan la información es otra cuestión, porque la tecnología en sí sólo da la información y no el saber de cómo utilizarla.
En mi opinión, la brecha digital en África es más bien una brecha entre comunidades rurales y urbanas y, por otro lado, entre generaciones. Lo bueno es que las nuevas tecnologías se están utilizando de manera no sólo útil sino también transformadora. Los pescadores de Senegal, por ejemplo, pueden saber los precios del mercado a través de Internet y, a través de un proyecto conjunto con el gobierno de Senegal, los pastores nómadas pueden saber cómo proteger sus rebaños de enfermedades.

¿Y son compatibles las nuevas tecnologías con situaciones en las que las necesidades van más allá como, por ejemplo, dar acceso a la educación y la alfabetización?
Los proyectos que apoya ICVoluntarios salen muchas veces de los propios voluntarios que colaboran con la entidad y explican las necesidades de su comunidad y formas para solucionarlas. En este sentido, nuestra organización es facilitadora, acompaña a un proyecto e intenta darle visibilidad.
En Malí, por ejemplo, hay una tasa de analfabetismo muy alta. Una comunidad tuareg del desierto nos propuso apoyarles para dar visibilidad a la escuela que querían construir. Ellos construyen la escuela y los cibervoluntarios han creado un sitio web que da visibilidad al proyecto y ha permitido encontrar fuentes de financiación. Si se usan de manera adecuada, además, las nuevas tecnologías también pueden facilitar el aprendizaje de la lectura y promover cosas como que los niños de la escuela tuareg se comuniquen con alumnos de escuelas europeas.

La relación entre ONG y TIC

En este contexto, a veces hay la visión que el voluntariado es cosa de gente joven y más aún con las nuevas tecnologías de por medio. ¿Cuál es vuestra experiencia como entidad?

Los voluntarios que intervienen en contextos como los que he mencionado pueden ser jóvenes pero también tenemos informáticos o profesores de informática jubilados o cerca de la jubilación, con muchos conocimientos y que quieren participar en el proyecto. De hecho, para que un proyecto tenga éxito se necesitan los dos tipos de voluntarios y aprovechar todas sus habilidades.


Por otro lado, ¿crees que las ONG aprovechan suficientemente herramientas como el cibervoluntariado o que aún tienen algo de miedo a las nuevas tecnologías?

Depende de las entidades, aunque si se mira la evolución de los últimos diez años vemos que ha habido una transformación enorme. Hace una década, muy pocas entidades tenían un sitio web y ahora parece que una organización no existe sin página web, es como su tarjeta de visita.

¿Qué PueDo HaCer yo?

Colabora con ICVoluntarios. Puedes hacerlo contactando con la sede en Barcelona en el correo barcelona ARROBA icvolunteers.org o entrando en su página web. Además, puedes ofrecerte como cibervoluntario.

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