Ayuda y comercio: Contener Pandemias

Taller de trabajo, martes 29 de enero 2008
Foto © V. Krebs
Foto © V. Krebs
Tara S. Kerpelman (ICVolunteers.org), traducción española Ana Beltran
10 Febrero 2008

Uno de los problemas que se debatió en el evento de Aid & Trade de este año (Ginebra, 29 y 30 de enero 2008) fue el vínculo entre globalización, crisis humanitarias y enfermedades. Tara S. Kerpelman para ICVoluntarios.org realizó el siguiente informe sobre la conferencia.

“Difunde el mensaje, no la enfermedadâ€

"La globalización y el aumento de los viajes entre países ha cambiado la naturaleza de la “salud mundialâ€", afirma Katie Adie de la BBC (www.bbc.co.uk). Las enfermedades que antes eran poco conocidas ahora se propagan en países más cercanos a nosotros debido a los viajes al extranjero que ahora se han convertido en algo simple y común. Para garantizar nuestra seguridad sanitaria, es importante mejorar la asociación entre el sector público y privado, aumentar la investigación y el desarrollo en enfermedades poco conocidas y detener la propagación de virus. Ahora, más que nunca, es importante abordar la contención de pandemias porque puede que pronto nos afecten a todos.

El cambio climático y la globalización, temas bastante importantes, promueven el desplazamiento de patógenos. Enfermedades que antes eran endémicas, pueden convertirse en pandémicas fácilmente. Por ejemplo, debido al cambio de ecosistemas, las enfermedades transmitidas por vectores como el virus de la lengua azul y la fiebre del Nilo occidental se han propagado activamente. También, la propagación de la fiebre aftosa se ha visto ligada a la intensificación del movimiento comercial. Según el doctor David Heymann, subdirector general del departamento de Medio Ambiente y Seguridad Sanitaria, y representante del director general para la Erradicación de la Polio en la Organización Mundial de la Salud (OMS) (www.who.int), la mayoría de las enfermedades infecciosas emergentes no son nuevas: empezaron afectando a animales, pero conforme pasó el tiempo, la enfermedad cruzó la barrera de especies.

La enfermedad animal que está más extendida ahora en humanos es la influencia, más conocida como la gripe. La primera gran pandemia de la gripe fue en 1918 en España cuando 40 millones de personas murieron por la cepa H1N1 del virus. En 1957, fue la cepa h4N2 y luego la h4N2 ha estado causando muertes también. Lo que comúnmente se conoce como gripe aviar es en verdad una cepa patógeno de la influencia aviar llamada virus tipo H5N1. En los últimos cuatro años, se han registrado 351 casos de H5N1, de los cuales 219 fueron mortales. Este número tan alto sugiere que estamos en una etapa temprana de una pandemia.

Se piensa que la variación de la cepa del virus se originó del virus de la gripe aviar original. Según el Adaptative Mutation Hypothesis, la gripe aviar entró en un mamífero no humano, mutó para adaptarse y propagarse de mamífero a mamífero y después consiguió propagarse en humanos también. El material genético del virus habría vuelto a variar y combinar en una única célula creando una nueva pandemia del virus. La OMS tiene 115 centros de influencia alrededor del mundo. Son importantes para la investigación y prevención de la gripe ya que estudian las mutaciones del virus, algo necesario para el desarrollo de nuevas vacunas ya que cada cepa requiere una diferente.

Pero las vacunas no bastan. La pandemia de la gripe debe prevenirse desde su origen. Se debe contener el virus en las aves para detener el contagio periódico en humanos. Si surgiera una pandemia, no habría bastantes reservas del medicamento antiviral disponible y habría acceso limitado a los medicamentos y las vacunas en países en vías de desarrollo. Phil Harris, Information Officer en el Emergency Centre for Transboundary Animal Diseases (ECTAD) de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) (www.fao.org) dijo que si la enfermedad no se contiene "será imposible contener la pandemia". ‘La bioseguridad' (protección de las personas y los animales de los patógenos por medio de la exclusión o la contención de enfermedades) es la clave, según Harris.

Durante el ciclo de vida de la cría de aves de corral existe un alto potencial de contagio de enfermedades. Hay tres grandes sectores de riesgo: los pueblos/patios traseros, granjas comerciales/plantas de producción y mercados de animales vivos. Mejorar la bioseguridad en el primer sector, se necesita crear conciencia y abrir vías de comunicación acerca de los problemas del contagio de enfermedades. En el segundo sector, hay que esforzarse en mejorar la segregación de diferentes especies animales. En el tercer sector es donde existe el mayor riesgo de contagio de enfermedad ya que muchos mercados son pequeños, están llenos de gente y no son higiénicos, son el “mayor portador de transmisión de enfermedadesâ€. Se debería cuidar la desinfección de mercados y del equipo pero por desgracia, muchos granjeros guardan a los animales en jaulas de madera ya que es barato y éstas no se pueden desinfectar por que el material es muy absorbente.

Phil Harris propone a los granjeros "sean limpios†y que no transporten la enfermedad. Para facilitar esto, las autoridades necesitan comunicarse con los granjeros y proveer les con incentivos para informar y contener la enfermedad cuando se de el caso. El problema muchas veces es socio-económico: las personas no informan de la enfermedad ya que pierden los ingresos cuando un brote les hace cerrar sus granjas. Por lo tanto, la “clave para el control sostenible es implementar los más altos niveles de bioseguridad que sería un paso más hacia la protección del sustento de las personasâ€.

Los retos a los que hacemos frente nos avisan de que tenemos que continuar encontrando asociaciones para la prevención y el control de epidemias y pandemias. El tratamiento de enfermedades y el desarrollo de medidas preventivas se debería investigar y ampliar, pero para hacer eso, Sadia Kaenzig, Senior Communication officer en el Drugs for Neglected Diseases Initiatives (DNDi) (www.dndi.org), dijo que se necesita “más compromiso político, más trabajo por parte de los gobiernos, del sector público y de la industria farmacéutica. A través de la colaboración, podremos investigar, desarrollar y proveer medicamentos para prevenir, tratar y gestionar las enfermedades olvidadas" antes de que se propaguen y provoquen una pandemia.

Pero este grupo tiene “más incentivos en centrarse en enfermedades mundiales en lugar de en las olvidadas y a la mayoría se les presta poca o ninguna atención". Quizá sea por el aumento sin precedentes del índice de vida en los países desarrollados donde los medicamentos están disponibles y son accesibles, y donde las enfermedades poco conocidas son raras.

“Las enfermedades no conocen fronteras nacionales", nos recuerda Harris, “necesitamos cooperación internacional entre los gobiernos de los países afectados. En algunas ocasiones, tenemos que convencer a las autoridades de los países afectados que la cooperación es primordial". Sin colaboración internacional para prevenir y tratar estas enfermedades olvidadas, algunas con consecuencias muy graves como el chagas, la leishmaniasis visceral, la malaria y la tripanosomiasis humana africana (HAT), éstas se pueden propagar a otras partes del mundo. Hay medicamentos disponibles para el tratamiento de la HAT pero son muy tóxicos, a menudo provocan la muerte, y las personas de áreas rurales no se los pueden permitir. Los medicamentos para la leishmaniasis visceral son muy caros también y, además, la administración es compleja y no está adaptada para este campo. Por desgracia, en la actualidad no hay tratamiento para el chagas crónico.

Debido a la globalización, la propagación de estas enfermedades es posible en cualquier momento. Por lo tanto, es importante reunir a expertos de diferentes sectores para que promuevan la investigación y el desarrollo para la prevención y el tratamiento de enfermedades. La principal misión del DNDi es crear de seis a ocho nuevos tratamientos para enfermedades tropicales desatendidas (NTDs) para 2014. El segundo objetivo es utilizar y reforzar las capacidades existentes en países con enfermedades endémicas para crear conciencia de las enfermedades y para bogar por el aumento de la responsabilidad pública. Pero no lo pueden hacer solos. Debido a la globalización, la comunidad internacional tienen que responsabilizarse y colaborar eficazmente con otros gobiernos y organizaciones para prevenir, tratar y, quizá incluso, erradicar enfermedades para contener pandemias.

Acerca de la sesión

Oradores: Doctor David L. Heymann, Assistant Director General para la Health Security and Environment y representante del director general para la Eradicación de la Polio en la Organización Mundial de la Salud; Phil Harris, Information Officer en el Emergency Centre for Transboundary Animal Diseases y Public Information Officer para el Crisis Management Centre; Sadia Kaenzig, Senior Communication Officer en la Drugs for Neglected Diseases Initiative.

Moderador: Katie Adie

Reportero: Tara S. Kerpelman, ICVolunteers.org

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